Vivimos en un mundo violento, y por violencia no solo me refiero a guerra, bombas o armas, por violencia me refiero a gritos en casa, el pelear por ser el numero uno, el no darle paso a un carro cuando vamos rumbo a la casa después d runa jornada larga de trabajo, incluso hay violencia cada vez que respondemos de manera sarcástica a alguien con la intención de hacerlo menos...
Nos movemos pues en un entorno hostil, nos sentimos amenazados constantemente por un sin fin de cosas, esto indica que la mayoría de los humanos vivimos gran parte del día con violencia lo cual nos lleva a estar enojados... enojados con el vecino, con mi peso, con mi ropa, mi carro, los niños, la mascota, el que nos atiende por teléfono... la fila del banco...
Y la verdad no es que nos encontremos tan enojados... la verdad es que nos encontramos tristes o sumamente tristes, tristes por no tener tiempo para lo que queremos hacer, por no tener el carro que quisiera tener, por no tener a la pareja ideal o por que el mundo no funciona como yo creo debería de funcionar... Triste por que no tengo algo que creo necesitar.
Como sociedad y desde que éramos muy pequeños fuimos aprendiendo a no llorar, a no mostrar tristeza, a siempre mostrarnos fuertes, por lo tanto tuvimos que aprender a como esconder esa tristeza por algo socialmente más aceptable... El enojo.
Nadie piensa que muestras debilidad cuando estas enojado, inclusive gente podría creer que es una fortaleza, en cambio la tristeza sera señalada, etiquetada y medicada. No son muy populares medicamentos para tratar la ira, pero si para tratar la depresión.
La tristeza surge en nuestro cuerpo y nos hemos hecho tan eficientes en esconderla que ni siquiera la percibimos, el cuerpo entonces busca la manera más sencilla de sacar esa energía, mediante el enojo, sin embargo, aunque nos da una salida momentánea y un periodo breve de descanso entre enojo y enojo, la verdadera emoción no esta siendo liberada, vivimos pues en una ilusión que nos trae problemas estomacales, cancer, paros cardiacos, peleas, guerras y muerte.
La próxima vez que estes enojado pregúntate... ¿Por qué razón estaré triste?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario