miércoles, 11 de mayo de 2016

El Placer de Dejar Ir



Usualmente dejamos ir por que tenemos que


Se me ha caído el telefono al retrete... Tengo que dejar ir.

Se me ha perdido el billete... Tengo que dejar ir.

Mi pareja a terminado conmigo... Tengo que dejar ir... después de llamarle por un mes... Dejo ir.

Me han robado la cartera... Tengo que dejar ir.

Me dio diabetes... Tengo que dejar ir el azúcar.

Y andamos por la vida sabiendo que lo mejor es dejar ir, soltar... Pero la verdad es que no queremos soltar hasta que no tenemos opción alguna.

¿Y si lo hacemos a propósito? ¿Qué tal que practicamos un poco el dejar ir, no por que tengamos si no por que queramos? ¿Qué tal que hagamos del soltar algo placentero?

Vamos pues dejando aquello que nos produce placer, aquello que creemos o sentimos nos hace felices.

¿Por qué haría tal cosa? Bueno, por que tarde o temprano vas a tener que dejar ir esas cosas también, que mejor que estar preparado, ya sea por que envejecemos y ya no podemos hacer o comer ciertas cosas o ya sea por que muramos y pues... Ya no podremos comer o hacer muchas cosas...

Vamos a dejar entonces de tomar cafe el día de hoy, o que tal si dejo de ver televisión el día de hoy (si es algo que hago a menudo) O mejor aún, no entrar a las redes sociales por todo un día, ¿No comer postre aunque lo quiera y pueda hacerlo? ¿O si dejo de ser el centro de atención por 24 horas? Quedarnos guardados en un fin de semana y no ir de fiesta...
Tu mejor que nadie podrá saber con que querer practicar ¿Dinero? ¿Tiempo? ¿Comida? ¿Pasatiempos? ¿Sexo?

Recuerda, no es por que tengamos que hacerlo, si no por que queremos hacerlo. Por que queremos conocernos, saber que podemos soltar todo, ser libres tanto del placer como del sufrimiento, no ser reactivos a nuestra propia rutina, ni las necesidades de mi cuerpo, ni a las necesidades de mis emociones.

Y no intento insinuar dejar todas esas cosas para siempre, solo lo suficiente pera comprender que tanto nuestra dicha depende de todo aquello que de la noche a la mañana puede desaparecer. Para poder encontrar un estado mental ecuánime, donde sin importar que tanto placer o displacer exista, podamos permanecer despiertos, atentos, dichosos y libres.

Son en los momentos en blanco, en el vacío donde nos vemos reflejados, donde encontramos sabiduría y libertad.

Y ¿A ti qué te apetece dejar ir el día de hoy?

viernes, 16 de enero de 2015

La naturaleza del miedo



"Si no conoces la naturaleza del miedo, entonces jamas podrás vivir sin el"                                                                                             Pema Chodron 


La siguiente entrada es una respuesta a una pregunta que se realizo en Frases Zen hacia la frase que se encuentra al inicio del texto.

Todos los seres sintientes experimentan miedo, todos y cada uno de nosotros.
Hasta el insecto más pequeño corre y hace lo posible por escapar cuando se siente en peligro, ese es el miedo a resultar herido o muerto, el miedo nos hace correr, defendernos y sobrevivir. Esa es la parte adaptativa del miedo.

Sin embargo el miedo también nos hace actuar impulsivamente, defendernos ante situaciones inexistentes, nos hace rechazar amigos, parejas, nos hace ir a la guerra, el miedo nos hace violentos en situaciones donde la violencia no es la solución, el miedo nos encierra, nos aparta, nos aleja, el miedo nos aprisiona, nos hace esclavos...

El miedo es una respuesta adaptativa, así como en nuestra información genética esta ya grabado el tener miedo a ciertas situaciones que ponen en peligro nuestra vida, nosotros grabamos nueva información en nuestro cerebro y células. Por ejemplo el miedo a quemarte con la flama de la estufa, si ya te sucedió una vez tendrás mucho cuidado de que no vuelva a pasar.

¿Pero que pasa cuando se genera una situación o varias situaciones que nos crean defensas hacia mis emociones o las personas que conocer a futuro? Digamos que vivi una situación de infidelidad o mi padre me gritaba mucho cuando era pequeño o mi madre nunca estuvo cerca de mi...  Todo esto, como el fuego, deja un precedente de aquello de lo que debemos protegernos, el problema es que nos protegeremos de todo y de todos los que nos puedan traer un daño emocional. Y la verdad es que no hay nada en este mundo que no quepa en esta categoría. Aunque la persona perfecta existiese, nos abandonara cuando muera.

-Aveces una persona encuentra su destino en el camino que tomó para evitarlo-

Y es en los caminos que tomamos por el miedo donde encontramos el sufrimiento. Tengo miedo a ser dañado emocionalmente, por lo tanto no me abro emocionalmente a otras personas, por lo tanto me siento solo, la soledad me trae sufrimiento, el sufrimiento me daña emocionalmente y se repite el circulo.

¿Cómo conocer la naturaleza del miedo?

Tenemos que conocer la naturaleza de nuestro miedo para poder conquistarlo y entonces ser libres.
No importa cual fue tu experiencia, no importa que es lo que paso ayer o hace 30 años, todo miedo tiene su raíz en una misma cosa... El miedo a Dejar ir. (Aquí podrán encontrar una guía practica de 5 pasos para dejar ir).

Nuestros miedos residen en los cambios, en aceptar que nada es para siempre, ni siquiera mi sufrimiento, me rehuso a dejar ir aquellas situaciones que en su momento me hirieron, pues me he identificado con la persona que sufrió. ¿Quien soy si no soy la suma de mis experiencias? ¿Quien soy si dejo ir con aquello que me identifique? Preferimos sufrir portando la etiqueta de quien somos antes de tomar la decisión de probar ser diferentes.

¿A cuantos de ustedes les ha dado ganas de reír a carcajadas, llorar, bailar en publico...? ¿Cuantos de ustedes lo han hecho? Pienso, YO soy alguien serio que no hace eso, alguien de MI edad no hace eso... Es esa identificación y falta de renuncia a la misma lo que nos contiene de amar, cantar, pintar, experimentar, sentir...

Piénsalo por un momento, incluso el miedo a la muerte proviene de no querer dejar ir, mis seres queridos, mis pertenencias, quizás mis recuerdos y experiencias... La naturaleza del miedo es el cambio, si aceptamos el cambio... si realmente aceptamos que todo cambia, entonces seremos libres, entonces realmente podremos vivir sin miedo.