jueves, 28 de octubre de 2010

Y a todo esto... ¿Qué es el Zen?

Es de las preguntas más difíciles que alguien me puede hacer, incluso más difícil de explicar que la respuesta a ¿Quien soy? Y sin embargo es muy sencillo explicar por que el Zen es tan difícil de explicar, simplemente por que no tiene explicación.

Si alguien puede definir el Zen, quiere decir que aun no lo comprende, si alguien se queda callado ante la pregunta, muy seguramente lo ha entendido, o va por buen camino.

Podríamos resumir la practica Zen más no el Zen en: El reconocimiento del aquí y el ahora como única existencia, comprendiendo la unidad de la existencia en su totalidad, es decir, tu y yo, el monitor, el teclado, el té, el aire, el universo somos uno y somos uno en este segundo infinito. La practica del Zen consiste en mantener un estado profundo de conciencia para tener presente en todo momento el par de ideas que acabo de mencionar.
Ahora, usted puede y seguramente comprenda esas ideas, y muy seguramente comprenda la importancia de esas ideas y las repercusiones que esto puede tener en su vida diaria, (estado de dicha, reducción de estrés, disfrutar cada momento, un mejor estado de salud, etc.) sin embargo... eso no es el Zen, usted podrá sentir o ser el Zen cuando logre llevar a la practica estos conceptos, entonces se dará cuenta de que el Zen es solo una palabra y la mejor manera de expresarlo es mediante la nada.

La practica del Zen recae en hacer nada, más que en hacer algo.
Cuando se hace nada se esta haciendo algo.

No intento jugar con palabras, busco con las palabras mostrar un pequeño punto de la infinidad del Zen, como bien lo plasmo Charlotte Joko Beck: "Cuando entendemos la frase -somos nada y por lo tanto somos todo-" Entonces habremos comprendido.

¿Como podemos lograr esto?
De la misma manera que logramos cualquier cosa, con practica y dedicación, sin embargo primero tenemos que reconocer que no hay nada que lograr, esa es la practica y la dedicación.
El Zen no busca obtener algo, no busca la felicidad ni el dolor, ni la tristeza ni la alegria, el Zen solo ES, de la misma manera que el viento ES, el viento no busca mover las hojas de los arboles, pero lo hace, la lluvia no busca regar a los arboles, sin embargo lo hace, el fuego no busca consumir bosques enteros, pero sucede.

Por lo tanto no busquemos lograr algo mediante el Zen al momento de practicarlo y no invirtamos tiempo en entenderlo, puesto que, cuando dejamos de intentar explicar algo, es cuando en realidad logramos comprenderlo.

No hay comentarios.: